Y una vez roto el hielo, cuelgo el artículo que mandé al periódico “El Noroeste”….

Filed under , , , , by Isabel Soriano on 10:48

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La dignidad de los vencidos y de los muertos.

Considero un buen termómetro del miedo de nuestra derecha española, el hecho de que desde la Cadena de Ondas Populares Españolas (COPE), propiedad de la Iglesia, anden alborotando con la ley de la Memoria Histórica. Censuran y atacan algo tan serio como los sentimientos de aquellos que han perdido un ser querido injustamente, critican con rabia e inquina.. ¿No será que les dan miedo las verdades que pueden aportar algunos muertos que hasta ahora han permanecido en la memoria del olvido? No nos engañemos los muertos no hacen daño, los muertos a manos de los asesinos de un ejército sublevado en contra de un gobierno legitimo, solo pretenden justicia. Una justicia apática durante 33 años de democracia.

La historia no ha hecho justicia a aquellos que murieron defendiendo la libertad y el sistema político elegido por la mayoría del pueblo español. A los ajusticiados por el franquismo no les fue levantado un mausoleo cual héroes, tal como se hizo con los vencedores. Los vencidos, que murieron defendiendo la libertad están en cunetas y en fosas comunes, en cualquier parte, sin que sus familiares puedan honrarles con la dignidad que merecen y que un día se les negó.

La ley de la Memoria Histórica no abre las heridas de los que perdieron a sus seres queridos, la ley de la Memoria Histórica nos enseña las realidades de aquellos que en nombre de un país y de un Dios firmaba sentencias de muerte sin que les temblara el pulso ni un ápice……

El General Queipo de Llano aproximadamente en Julio de 1936, en declaraciones en Radio Sevilla decía: “Yo os autorizo a matar, como a un perro, a cualquiera que se atreva a ejercer coacción ante vosotros: Que si lo hiciereis así, quedaréis exentos de toda responsabilidad.”“¿Qué haré?. Pues imponer un durísimo castigo para callar a esos idiotas congéneres de Azaña.

Por ello faculto a todos los ciudadanos a que, cuando se tropiecen a uno de esos sujetos, lo callen de un tiro. O me lo traigan a mí, que yo se lo pegaré.”

“Nuestros valientes legionarios y regulares han enseñado a los rojos lo que es ser hombre. De paso también a las mujeres de los rojos que ahora, por fin, han conocido hombre de verdad y no castrados milicianos. Dar patadas y berrear no las salvará.”

“Ya conocerán mi sistema: por cada uno de orden que caiga, yo mataré a diez extremistas por lo menos, y a los dirigentes que huyan, no crean que se librarán con ello; les sacaré de debajo de la tierra si hace falta, y si están muertos, los volveré a matar.”

A aquellos que les fue arrebatado lo más grande que poseían, que era su dignidad y su vida, merecen que se les haga justicia, los responsables de aquella barbarie y aquellos que la consintieron y la encubrieron no pueden quedar impunes, por lo menos, ante la historia.

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